martes, 16 de octubre de 2018

Memorias de un nonagenario turreño

Suenan las campanas de la Iglesia de San Juan, pero no es alegría lo que transmiten sino dolor. Dolor ante la pérdida de otro hijo del pueblo. Un niño de diez años. Dos días después volverán a sonar por la muerte de su hermano de 7 años. Causa de la muerte: difteria. Tristemente, sonaban con demasiada frecuencia. Eran principios del siglo XX. 

Los recuerdos se agolpan en su memoria a sus 97 años y una sombra de tristeza asoma aún a sus ojos al recordar que fueron seis hermanos y sólo quedaron dos. Pero como hombre curtido por las desgracias pasadas, cambia de tema y empieza a recordar las casas de Turra (algunas desaparecidas) y las familias que vivieron en este pueblo.

Estos relatos van a ser un homenaje a todos los turreños que un día poblaron este precioso pueblo, con cariño, respeto y  que su memoria perviva en nosotros.

Calle de San Benito

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